El kit se conecta a la Raspberry Pi a través del puerto GPIO de 40 pines, algo que entre otras cosas permite que luego conectemos una unidad SSD a esa placa auxiliar gracias a la interfaz mSATA y a la presencia de un pequeño adaptador de corriente que suministra la energía necesaria para que tanto la Raspberry Pi como la unidad de almacenamiento funcionen sin problemas.